martes, 2 de junio de 2009

El sueño que contenía el cubo rojo


Caminaba por la arena húmeda y firme. Un atardecer que dejaba una brisa suave y acogedora. La playa estaba desierta, y en camino una pleamar que buscaba esconder cada grano de arena. Una danza entre el mar y la tierra como un adagio, lento y majestuoso a los oídos.

Paso a paso la mirada que se perdía con las huellas cada vez más alejadas y borrosas.

Y entre tanta calma despertó un sueño. Ante mis pies un enorme castillo. Y entre aquel cuadro de apagados colores; arena húmeda, mar profundo, noche cayendo, sol escapando a lo lejos… un cubo rojo despertaba los sentidos.


Aquel niño construyendo miles de historias. Un mundo tan real como frágil.


Rompí mi línea recta y salvé el castillo, esbozando una sonrisa de emoción. El castillo y las historias de aquel niño seguirían allí en pie. Pero la sonrisa no perduraría demasiado. Al poco de continuar el paseo, la marea que avanzaba ya cubría mis pies descalzos. Y en aquel segundo concreto volví a detenerme, ¡El castillo!

Me giré, y las historias ya nadaban hacia mar adentro. Aceleré el paso, aquellos pocos que me separaban del sueño que contenía el cubo rojo. El cubo que danzaba en la orilla con intención de seguir sus historias.

Pero estuve a tiempo de rescatarlo, y con él, las ilusiones de aquel niño que construía un castillo de arena.

domingo, 10 de mayo de 2009

Mandrágora

En mitad del paseo marítimo de Jávea, donde los restaurantes turísticos ofrecen paellas y helados a los turistas británicos y alemanes que han decidio aprovechar el verano adelantado que el mediterráneo ha decidio regalarnos en Mayo, se encuentra un sitio que ya de antemano se aventura diferente por su aspecto.

Construído en bambú, decorado con portadas de "El Jueves" y con mesas de madera bajas, cuenta con una carta breve pero completa cuya estrella son los cóckteles y los 4 bocadillos y ensaladas aprueban justos.

Sin embargo lo único que anuncian en la puerta, sobre una pizarra, son sus refrescantes zumos de naranja naturales, a 1'50 € que sin duda supieron acogernos durante nuestros descansos entre inmersiones.

martes, 28 de abril de 2009

El pintor de las mujeres soles


Oí hablar de sus letras y su música hace un par de años. Un buen amigo boliviano, nos enseñó como sonaban. Pero nunca me detuve en ellas. En cambio, a mi amiga, ya entonces le enamoró este autor.
Pasó el tiempo, y un día, no hace demasiado, me llevarón a un rincón, en silencio en una pequeña ciudad de la gran ciudad, donde algo me cautivó. "El pintor de las mujeres soles". Un lugar diferente, especial desde entonces. Mesas redondas y bajas, con puffs también redondos y de varios colores. En las paredes varios posters de películas de esas extrañas, pero bonitas, diferentes, que excasos son los que las conocen, o que eso creo yo. La barra y sobre su pared un pintor con sus sueños saliendo de su pincel lleno de colores. En una esquina, una estantería de escalones, repleta de libros que uno puede coger, algo caótica. Un caos que me seduce. Y en una de las mesas, la llamamos "mi silla", hay una silla de mimbre, colgada de una viga, que te envuelve y te recoge en el paréntesis de ese instante.
Unas veces tomamos un café bombón, otras un té, rojo, negro o verde e incluso una vez un café bombón doble. Miramos una revista, como el último día. O escribimos en una servilleta nombres, como el primer día. Hablamos de nosotros y de todo.
Los vasos de té son de estilo árabe, la carta, una paleta de pintor, y el señor que nos atiende, siempre con una ligera sonrisa, invita la tranquilidad del lugar. Siempre está él, es amable, rasgos de otras tierras y un habla sueve en armonía con la música que suena de fondo.
La ausencia en mi rutina de este rincón me alarma. Y entonces me apetece ir. Mi silla, nunca ocupada; al lado de la ventana, para ver tras ella la maceta de las flores hecha de tablillas de madera pintadas de diferentes colores.

Y entonces un día me dio por buscar en Internet "Pintor de las mujeres soles". Y lo encontré. Encontre a Silvio Rodríguez. Me sonaba, y entonces supe de qué. Mi amiga ya se había enamorado de sus letras. Y aquella canción, también la encontré. La que le inspiró aquel cuadro que él vio pintar, "las mujeres soles" de José Masiques. De quien hoy he sabido se le rememora con grandes homenajes tras su muerte en 1968.

Así hoy escucho:

" El pintor de las mujeres soles
abandonado en su empecinada claridad.

Hizo su último viaje ya muy solo

sobre el Atlántico
y fue sepultado cuando llegó.
El pintor brilloso como la Luna
con su pelo largo con su barba culta de polvo.
Escupió al cangrejo desde un dibujo
y le puso fecha a su despedida.

Y siguió queriendo aunque no fue amado
ni como ser humano.
Y siguió aprendiendo el camino de la soledad
en todo momento.
Y se fue entre ceras alucinantes
con su pelo largo con su barba culta de polvo.
Descargando gritos sobre las armas
mientras los beatos se persignaban
y el no tuvo iglesias
pero algo de altares al amor
hubo entre sus lienzos.
Y en la fantasía iba platicando su viaje
hacia el universo
El pintor de las enredaderas de luz escribió
sus últimos signos con triste desesperación

Y dejó sus restos a los amigos

y dejó sus restos a los amigos
pidiéndole sólo paredes para sostenerlos
pidiéndole sólo paredes para sostenerlos.
"

Silvio Rodriguez, 1968

sábado, 10 de enero de 2009

CIRQUE DU SOLEIL


Creado en 1984 a partir de un grupo de artistas callejeros de Quebec (Canadá), conocidos como Club des Talons Hauts; Cirque du Soleil es un espectáculo único formado por casi 4ooo profesionales, de ellos 1000 artistas de 40 nacionalidades diferentes. Una mezcla teatral de las artes circenses y las artes de las calles, tienen la misión de invocar la imaginación, provocar los sentidos y suscitar las emociones de la gente en todo el mundo.
Un espectáculo único, genuino, espectacular, mágico, que te transporta a un mundo de fantasía, color y encanto del que no quieres salir. Envuelve todos tus sentidos y los hace viajar 180º.
Una experiencia inigualable que merece la pena disfrutar al menos una vez en la vida. Yo, he repetido, y desde luego, repetiré.
Déjate llevar, déjate fascinar por estos artistas, estos profesionales, estos mágicos seres del Cirque du Soleil que traspasan tu mirada. No os lo perdáis. Una maravilla.

Yo misma

Mi foto
Un poco loca, diferente, con un toque de color rosa y mil sueños que se me acumulan. Me siento Astur-leonesa. Mi mundo, de naranja y fresa.